Tu rostro me lanzó hoy la promesa de besos pasados,
la sonrisa de caricias futuras,
y el eco de tu voz que resuena entre los bordes
de tu fotografia.
... Pero es cierto, debe serlo, que hasta el peor de los actores, el más gris y oscuro secundario, tiene también su momento de gloria...
Tu rostro me lanzó hoy la promesa de besos pasados,
la sonrisa de caricias futuras,
y el eco de tu voz que resuena entre los bordes
de tu fotografia.
Publicado por Pegasus en 9:54 p. m.
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